top of page

Vista completa

¿Qué tanto disfrutas la vida que te ha tocado vivir?


“¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida?” ‭‭Mateo‬ ‭6:27‬ ‭NTV‬‬ Se avecinan las vacaciones de invierno, oportunidad que aprovechan muchas familias para salir de paseo. He visto a muchas tener discusiones de última hora a causa de maletas que no están listas u otros detalles inconclusos, perdiéndose incluso el motivo por el cual van a salir de viaje: pasar un rato agradable con las personas que amamos. Todos tenemos sueños, anhelamos cumplir y alcanzar ciertas metas. El problema aparece cuando nos volvemos locos con tal de alcanzar metas que supuestamente nos darán el éxito y nos perdemos de innumerables bendiciones que ocurren a diario. Esta frase lo dice claramente: – “Lo importante no es llegar al éxito, es disfrutar del camino.” Cuando solo vivimos centrados en llegar a la meta, ¡nos perdemos de disfrutar del viaje! La vida es un largo viaje llena de “paradas” (muchas de ellas involuntarias), que según nosotros demoran nuestro trayecto, pero que están en la ruta divina que Dios tiene trazada para nosotros y que nos darán la experiencia necesaria para seguir adelante. “Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable, porque en ti confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego”. Sal. 143:8 A veces creemos que seremos realmente felices siempre y cuando alcancemos tal o cual meta. Vivimos en función de lo que sucederá en el futuro: “seré feliz cuando: me titule, me case, tenga hijos, tenga una casa, mis hijos crezcan, etc.”, desconfiando del plan perfecto de Dios para nuestras vidas y menospreciamos lo que Él nos está entregando hoy. Cuidado, no vaya a ser que terminemos amargados, como la familia viajera del principio de este devocional, y no disfrutamos del proceso. Aprovechemos cada momento y día vivido. Aprendamos a sacar de cada uno de ellos lo positivo y estemos abiertos a cambios, que no son sino nuevas oportunidades que Dios pone en nuestro camino. Por último, recordemos que el verdadero “éxito” no depende de una sola cosa en particular, sino del cúmulo de pequeñas, (aparentemente insignificantes), experiencias vividas a lo largo de toda nuestra vida que nos llevarán a nuestra meta en Dios. “Pongamos todo lo que hagamos en manos del Señor, y nuestros planes tendrán éxito”. Prov. 16:3 Dios te bendice!! Oscar Orozco


bottom of page