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Cómo sobrevivir a una discusión y no morir en el intento


Pro 17:14 Iniciar una pelea es romper una represa; vale más retirarse que comenzarla.

Esta semana llovió bastante en nuestro país. Especialmente en el norte, lluvias que incluso causaron daños y pérdidas. En una de las ciudades del norte, fue* tanta la cantidad de agua que se almacenó, que el embalse que tenía el agua no resistió tanta presión* y una de sus paredes cedió, rompiéndose, dañándose y el caudal del río arrasando todo lo que se encontraba a su paso, causando daño sin medir las consecuencias. Existe un proverbio que dice que “iniciar una pelea es como romper una represa, vale más retirarse que comenzarla”. Acá hay dos principios que se pueden extraer, que son sumamente valiosos. Lo primero, es que en nuestras relaciones interpersonales, es muy importante que no esperemos hasta que la gota rebalse el vaso para poder conversar con alguien si me siento pasado a llevar u ofendido. No creas que eso de “no importa.. mejor lo dejo pasar” es una buena práctica. Si hacemos esto, va a llegar un momento en que estaremos tan saturados y si nos encontramos en un mal día, que probablemente terminaremos por estallar y responder de mala manera a algo que generalmente “dejamos pasar”. Siempre es bueno conversar las cosas, sentarse, hablar, abrir el corazón, y de buena manera, que el otro sepa lo que estoy sintiendo, antes de reventar.

Lo segundo, es que por lo general cuando peleamos, decimos “es que la otra persona me provocó, él o ella empezó primero”. Podemos aplicar esto a una amistad, a un matrimonio, a padres con hijos, a una situación conduciendo, incluso a una situación dentro de la Iglesia. Pareciera ser que nosotros nunca somos los que empezamos, sino solamente respondimos a alguien que nos trató mal. Sin embargo, por un momento, fijémonos en cómo dice el proverbio: “Iniciar una pelea es como romper una represa, vale más retirarse que comenzarla”. Es decir, ¿si me ofenden, mejor me retiro? Exactamente. Tenemos que ser capaces de medir las consecuencias de qué va a suceder y si es que estoy dispuesto a pelearme con alguien. Quizás llegue a un punto donde se rompa la relación, como una represa, y el daño que cause ese río desbordado sea tan grande que la relación quede irreparable. En otras palabras, es mejor devolver bien por mal, que devolver mal por mal. Te animo hoy, a que si te sientes ofendido o pasada a llevar, que te des cuenta que está en tu poder si quieres o no quieres soltar esa represa de devolver mal por mal. Toma la mejor decisión, es mejor retirarse que soltar un río desbordado de ofensas e insultos que no tienen vuelta atrás. ¡Un abrazo!

Mauricio Parada


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