Como un Tesoro escondido

Pro 2:2-5 "Si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios".

A todos alguna vez se nos ha perdido las llaves de la casa. Lo más difícil de esto es cuando vamos saliendo y nos damos cuenta que no tenemos las llaves y sabemos que no podemos irnos hasta encontrarlas, incluso nos desesperamos buscando, ¡de lo contrario después no tenemos cómo abrir la puerta para entrar! Dedicamos todo el tiempo necesario, hasta más de alguna vez hemos llegado tarde a nuestros trabajos o estudios porque no podemos encontrarlas. Buscamos, buscamos, hasta haber revisado cada espacio y dar con ellas, porque sabemos que no podemos salir sin ellas.

Dios compara la sabiduría y el discernimiento como que fueran un tesoro escondido. Como aquellas cosas que se nos pierden y no estamos tranquilos hasta que las encontramos. El proverbio dice que si entendemos la importancia de entregarnos de corazón a Dios y buscamos sus caminos de esa misma forma en que buscamos las llaves de nuestro hogar, podremos comprender qué significa realmente respetar y temer a Dios. Que hoy podamos decir “Señor, quiero buscarte como ese tesoro escondido, quiero apartar tiempo para estar contigo y encontrarte, quiero que seas ese tesoro escondido que no descansaré hasta saber que he encontrado lo que busco en ti” Solo si hacemos de Dios y de su sabiduría ese tesoro escondido del cual tenemos necesidad, podremos estar cerca de él y hallarle.

Mauricio Parada