Cambio en mis relaciones interpersonales

Como hemos reiterado, discipulado implica cambio. Recuerdas como cambió tu vida cuando entraste a la Universidad, conociste tanta gente nueva y que desde ese momento en adelante se volvieron tan significativas. Lo mismo ocurre cuando uno entra al Reino de Dios, aparecen personas que se vuelven muy significativas en mi vida. Partiendo por Dios mismo. No que no le conocieras desde antes, seguramente algo lo conocías, pero es muy probable que haya sido una relación lejana y distante. Más parecida a la de Aladino con la Lámpara maravillosa, o sí solo era necesario si estábamos en problemas. Pero aunque no haya sido así tu relación con Dios va a tener un vuelco significativo que te queremos explicar en nuestro discipulado. Siendo muy concisos, consiste básicamente en una relación intima y personal que crecerá para siempre. Ahora, yo conoceré personas nuevas que pasarán a ser mis hermanos en la fe y debería aprender a como relacionarme con ellos. Finalmente pasaré una eternidad con ellos cuando vayamos al cielo. Por lo menos eso estamos esperando que pase. Pero aquí y ahora son un grupo de personas desconocidas que son muy amistosas y que solo nos sonrien con mucha frecuencia. Pero ellos sienten un interés genuino por mi y lo más importante es que quieren ayudarte para que sigas adelante y no te desanimes. Descubrirás cosas asombrosas acerca de los hermanos en la cuando veamos esto en nuestro discipulado y te aseguro que es mucho mejor descubrirlo antes, que en el camino, me refiero a que te quitará muchos prejuicios acerca de la gente que frecuenta una iglesia, considera una analogía cuando vas a una tienda, todas las personas que están en una sección, por ejemplo damas, se ven todas tan parecidas y como que entienden lo que están buscando, pero te darás cuenta que finalmente todas son un poco como tu, todas están intentando encontrar una buena oferta.

Ahora, siguiendo esta idea de mis relaciones interpersonales, el discipulado me ayudará a entender quien realmente es mi prójimo. Esa persona extraña que nunca logramos distinguir pero que Dios nos dice que debemos amar.

Finalmente, las relaciones más complejas no se dan en el ámbito de la iglesia, trabajo o desconocidos, se da en nuestro propio hogar. La relaciones más difíciles de cultivar se presentan en nuestra propia casa, con nuestro cónyuge y los hijos. Esta relación en particular va a experimentar muchos cambios que debemos entender muy bien. Es muy probable que en este ámbito, los cambios impliquen corregir de nuestra parte algunas conductas no que dañan a convivencia y aprender como un cristiano debe vivir en su círculo familiar. Espero que este grupo de sesiones del discipulado te puedan ayudar mucho para enfrentar estos importantes cambios en tu vida.